Buenas noticias, el invernadero produce. Malas noticias pero no tomates.
Unos de los puntos principales para empezar a trabajar el invernadero, fue la realización de la puesta a punto del mismo. En primer lugar, el plástico de la cubierta presentaba gran cantidad de roturas que permitían la entrada del agua dentro de invernadero, con la posterior inundación de las líneas próximas a los laterales. Arreglamos todos aquellos puntos que pudieran ser condicionantes de entrada de animales y de agua.
Para llevar un control técnico de las operaciones y de los diferentes ensayos con los cultivos, diseñé unas hojas de cálculo para apuntar todos los pasos que se dan en el invernadero y los diferentes tiempos de crecimientos de los cultivos. Parece que tiene una buena acogida por parte de los trabajadores locales.
Mientras estaba realizando la puesta a punto del invernadero, he continuado realizando ensayos con diferentes cultivos. Lo más increíble de todo su tiempo de crecimiento.
Para que os hagáis una idea, durante mi estancia en Almería, les pedía a los agricultores que me dieran recetas exactas de tiempo para realizar las tareas de poda, deshojado, riego, trasplante,…y todos los agricultores me decían lo mismo: “no existe una receta exacta, cuando estés, verás”. Reconozco que no entendía esta frase y en cierta medida me sacaba de mis casillas, pero ahora estando, veo, que el tiempo aquí es un invento que como siempre, solo lo comprenden los relojes.
Se podría decir que prácticamente todos los cultivos están empezando a producir a la mitad de tiempo de los esperado. De entrada, cuando realizo el trasplante no suelo encontrar ningún problema a la hora del enraizamiento de las plantas. De cada 40, pueden morirse una o dos plantas, y dada las condiciones de temperatura aquí, es un logro. Pero no es un logro mío, si no una tregua que me está dando el invernadero.
En cuestión de tres semanas desde la plantación, ya están saliendo los primeros pepinos. El tamaño aun no pasa de 4 ó 5 cm, pero las técnicas de manejo del mismo las estamos realizando con la teoría en la mano. Actualmente tenemos en el invernadero plantados: calabacines, pimientos, melones, sandias, zanahorias, remolacha y tomates. Todos los cultivos se encuentran atacados por el minador, pero parece ser que gracias a la ayuda del chile, estamos acabando con el. La receta la encontró Juan Jesús en internet y parece que funciona, ahoga al gusano y le impide su avance a través de la hoja. Todos los cultivos presentan buenas actitudes y tengo que reconocer que me siento orgulloso de los progresos que vamos obteniendo con ellos.
Estamos realizando ensayos con el tomate fuera del invernadero. Hemos puesto en los caballones plásticos protectores, con el fin de impedir la entrada del agua. De esta forma el tomate tiene las condiciones de temperatura de fuera del invernadero pero con un control importante en la presencia de agua. Llevamos una semana con el ensayo y hasta el momento se puede ver una cierta mejora en el color de las hojas.
Creo que ha llegado el momento de que os hable de los dos trabajadores que tengo a mi cargo: Adama y Ali. Adama lleva en el invernadero desde su apertura y tiene muchos conocimientos de agricultura. Personalmente pienso que tiene mucho potencial, y día a día me lo va demostrando cuando pone en práctica las técnicas que le voy enseñando. Es cierto que hay que estar pendiente de ella, pero a sus 45 años (25 dice ella que tiene) me da mil vueltas físicamente. Ali es un portento de la naturaleza. Puede estar horas seguidas trabajando físicamente y siempre con una sonrisa en la boca.
Para que os hagáis una idea, si puedo tardar aproximadamente 2 horas en voltear un terreno para la siembra, Ali lo puede hacer en 15 minutos y sin ninguna herida, yo 200.
Sigo a la espera de que se envíe el tercer contenedor con el material necesario para acabar con todas las plagas, pero parece que en cuestión de mes y medio lo tendremos en Kamabai.
Y termino mientras el Sol, indiferente, no ve nada que no haya visto hace mucho tiempo.