Desde que estoy en Sierra Leona, he tenido la suerte de poder ir a diferentes comunidades del norte del país. Lo que primero te llama la atención, son las grades baffas que se levantan a los lados del camino. Este tipo de construcción permite a las personas locales tener cobijo y poder encender un fuego cuando llueve. Pero no son viviendas muy seguras y consienten la entrada de todo tipo de animales, bichos e incluso de la lluvia.
Otro aspecto que te llama la atención es ver a todas las personas salir de su baffa cuando un coche que contiene un “blanco” cruza su pueblo. A mí me impresionó la forma que tienen de mirarte, es una mezcla entre miedo y admiración. Miedo porque no están acostumbrados a ver un blanco en su comunidad y admiración porque piensas que vas a solucionar todos sus problemas. Pero realmente ellos no tienen problemas hasta que no les explicas que pueden mejorar sus condiciones de vida.
Cuando digo que ellos no tienen problemas, no es porque no los tengan, si no porque ellos consideran que vivir en las condiciones que viven es lo normal, y por lo tanto tienen que resignarse y seguir como hasta entonces lo han hecho.
Pero entonces ves a todos esos niños con las tripas hinchadas y las hernias que abultan su ombligo de manera alarmante. Al principio pensaba que era una forma de belleza para ellos, pero hablando con la gente de la comunidad, me dijeron que no era más que una mala praxis médica. Por este tipo de problemas, muchos niños y adultos son condenados a vivir el resto de su vida con hernias y deformaciones dolorosas.
Las tripas hinchadas están provocadas por la ingestión de agua en mal estado. A simple vista estos niños parezcan saludables, con tripas generosas por la alimentación, pero no es nada parecido a la realidad. Es importante destacar que posiblemente estos niños, si tienen suerte, sólo coman una vez al día y siempre arroz con plassas. Por lo tanto su generosa barriga no se debe a su alimentación, si no a tener la tripa infestada de gusanos.
Aquí es donde quiero llegar a parar, a la importancia de la construcción de pozos en las comunidades.
Actualmente, la gestión del agua es muy importante para que no llegue “un futuro sin agua”. La gestión del agua es muy importante para todo el planeta, se habla de un COLAPSO entre 20 a 25 años. Llueve menos, la desertización aumenta, la deforestación también y esto permite que no haya tantas precipitaciones.
Desde que terminó la guerra civil, desde la Misión, se está invirtiendo en la construcción de pozos. Personalmente creo que es uno de los mejores legados que podemos dejar a nuestras generaciones futuras, ya que permite mejorar las condiciones de una población de manera significativa.
La construcción de un pozo puede rondar entre unos 4000€ y pueden tardar en construirse aproximadamente unos 2 meses. El tiempo varía en función de su profundidad y esta a su vez de la aparición del agua superficial.
A través de la Comunidad de Madrid, se llevan construidos más de 36 pozos en el Norte del Bombali District en comunidades como Kakayon, Bumban, Kaintiry,… y se esperan construir muchos más.
Un problema que existe en las comunidades que disponen de un pozo, son los usos que se le dan a este. Solo sacan agua para cocinar y bebe, por miedo a que se les agote y no son conscientes de que esta agua también puede usarse para solventar sus problemas de higiene y sanidad. Son capaces de desplazarse muchos kilómetros con el fin de lavarse en el rio más cercano y con ello se perjudica su estancia en las clases y en el trabajo.
Actualmente se está trabajando en la educación en sanidad, que es un punto importante dentro de los proyectos de desarrollo.